Establecimiento municipal de Los Andes trabaja con nuevas generaciones de estudiantes para acercarlos a las ciencias de forma entretenida y en terreno, con el fin de aportar experiencias, conocimiento y abrir oportunidades para su vida futura

Conocer respecto a hábitos migratorios de las aves, reconocer distintos organismos  y su relación con los metales pesados en las aguas, observación de las estrellas, entre otros, son algunos de los proyectos en los cuales la academia de ciencias de Escuela El Sauce trabaja, y en esta oportunidad con nuevos estudiantes cuya curiosidad  y ganas de aprender les ha llevado a interactuar con sus compañeros.

“A mí lo que más me ha parecido bien es poder trabajar juntos. Yo no sabía nada de esto y ahora me he enterado respecto a hartas cosas, como los macroinvertebrados”, cuenta Isabela Valdebenito de tercer año.

 

Aprendizaje fuera de las aulas

Observación, planteamiento de hipótesis, comparar resultados, etc. son pasos fundamentales al momento de trabajar en el ámbito de las ciencias, a su vez, poder conocer de primera mano lo que se estudia también ayuda a un proceso de aprendizaje integral.

La investigación realizada en torno a las aves y sus conductas ha sido un trabajo de largo aliento en el cual docentes y alumnos han tenido que conocer a los especímenes en su propio hábitat. “Para hacer la investigación hemos extraido información desde la página del parque y para el catastro elegimos cuatro lugares: la vega La Roca, la vega El nacimiento, la vega Los Mardones y el refugio, que cuando hemos salido a terreno, más que todo los profesores, se han sacado fotos, observado con binoculares, etc.”, explica Nicolás Urra, alumno de sexto año.

Curiosidad: pieza clave en el conocimiento

Al conversar con Isabela Valdebenito, Carlos Maldonado de quinto año, Nicolas Urra de sexto año, entre otros de los nuevos miembros de la academia de ciencias, hay factores que se repiten al preguntarles sobre el porqué de su interés y ganas de participar. Pasar más tiempo con los amigos, recomendación de hermanos mayores, etc. Pero la curiosidad es la palabra que más se repite.

“Ha sido bastante gratificante encontrarse con alumnos que solos se van integrando y solicitando participar en los talleres tanto de ciencia como astronomía. Para mi y para otros profesores es muy gratificante que ellos tengan en consideración estas dinámicas que les van a servir en un camino no muy lejano y donde podrán adquirir nuevos conocimientos respecto a su entorno”, comenta Carlos Montenegro, docente a cargo de la academia de ciencias y astronomía.